Me duele,
me duele ver que te cortas las alas
cuando lo que quiero es verte volar como haces siempre.
Conmigo,
a mi lado.
Sonríes,
y siento que me agarro
un poco más a la vida que creía perdida.
Tu me la has devuelto.
En cada momento que me dedicas.
Pero no soporto que te golpeen,
una y otra vez,
hasta dejarte caer.
Y yo,
que no puedo moverme,
no puedo golpear a la maldita realidad que la consume.
La veo morir,
y me muero
con toda la tristeza que la habita.
Veo su dolor,
y lo doblo con otro tequila.
No me pidas que te suelte.
Abro mi pecho,
y le enseño también
todos mis golpes.
No estás sola,
no te dejaré.
Déjame que te enseñe
a golpear más fuerte.
Y no te olvides
que estaré esperándote
viendo como sales invicta
de cualquier batalla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario